– Pero ¿no ves que no soy una rana? ¡Soy un escorpión como tú!
– Ya, pero tengo que cruzar el río y en la fábula tiene que haber una rana.
– ¡Aquí no hay una rana, soy un escorpión! Y si te llevo encima para cruzar el río nos vamos a picar los dos. ¿¡Es que no te sabes eso de la fábula, que está en nuestra naturaleza!?
– Pero en la fábula primero se fían y entran al río juntos, ¿no ves que sería estúpido que nos picáramos? Moriríamos los dos.
– Pues es verdad, sería estúpido. Sube y crucemos el río.