No puedo con la casuística infinita de los errores en la presentación de ofertas. No hay ejemplo que no pueda encajar en varios supuestos contradictorios de (in)subsanabilidad. Me encuentro, a la vez, formalizando una demanda en la que defiendo la subsanabilidad de una documentación incompleta, y valorando si permitir o no la subsanación de otro supuesto similar pero con diferencias apreciables. Para los dos tengo criterios y resoluciones que me sirven para apoyar una cosa y la contraria. Viva la seguridad jurídica.