Dándole vueltas al premium de X
He pagado un mes de prueba de X y estoy dudando mucho acerca de si convertirlo o no en el lugar principal de mi presencia digital.
Durante años Twitter lo ha sido. Aunque mantenía un blog en el que publicaba cosas que a veces suscitaban interés, el lugar en el que he encontrado mayor interacción, eco y relaciones ha sido siempre Twitter. Ahí estaba mi principal identidad digital, y Twitter me ha permitido hacer amigos y negocio, las dos cosas.
Después de unos meses de experimento poco fructífero en Mastodon, porque sigue siendo un lugar principalmente poblado por usuarios anglosajones (muy útil para cosas geek), he vuelto con ganas a Twitter, justo un par de días antes de que se haya convertido en X.
Estoy haciendo la prueba con el Premium y me da la posibilidad de redactar posts largos, como los del blog, con lo que es atractiva la idea de concentrar aquí toda mi presencia digital, tanto la informal como la más profesional.
Pero lo que me hace dudar es que esta herramienta ya está en manos de un dueño totalmente errático cuya filosofía de «Move fast and break things» hace que tanto el contenido creado por nosotros como las funcionalidades de la plataforma estén permanentemente al albur de sus caprichos.
Sigo por lo tanto probando. Ahora mismo estoy más cerca de cancelar el Premium de X y centrarme en el blog como base de mi identidad digital.
ACTUALIZACIÓN: A 07 de septiembre de 2023, he decidido no renovar el Premium de X. Estoy volviendo a Mastodon para buscar cuentas más cercanas y estoy probando también Bluesky, que es intuitivo pero todavía carece de muchas funcionalidades. En cuanto a mi identidad digital principal, quiero centrarme en el blog. Desde micro.blog puedo postear automáticamente a Mastodon, Bluesky y LinkedIn, así que queda bastante cubierto el panorama. Para enviar los artículos a X necesito Zapier. Preferiría prescindir de michelines en forma de servicios de poco uso, pero por ahora esto es lo que hay.