Como hay gente muy poco conocedora de su lengua, a pesar de las banderitas de marras (🇪🇸), seguiré insistiendo en la necesidad de cuidar la ortografía, con más ahínco precisamente ante quienes exhiben el bote de pimientos sin rubor.

En cuanto a mi nombre propio, lo escribo en minúsculas porque una vez me hizo gracia escribirlo todo en minúsculas en la pestaña de contacto de mi blog: umerez.eu/about/

Umerez, como no es apellido castellano acabado en -ez (no soy hijo de Umero), sino de Oñati desde al menos 1574, lo escribo en euskera, sin tilde, porque no hay tildes en euskera.

Y «por que», en ese otro tuit, debe ir efectivamente separado: www.rae.es/espanol-a…

¿Que no queréis cuidar vuestra lengua? La cuidaremos quienes la amamos.