La participación en las elecciones locales y forales de hoy, 28 de mayo de 2023, en la Comunidad Autónoma de Euskadi, va a rondar el 50 % al cierre de los colegios electorales.

Con estos números, como abstencionista activo, puedo afirmar que los representantes políticos locales y forales elegidos hoy no representan a la mitad de la población con derecho a voto.

No soy anti-sistema ni un descreído de la democracia. Soy un profundo convencido de la democracia liberal, basada en la división de poderes y el gobierno de la mayoría con respeto a los derechos de las minorías. Por eso mismo denuncio que los partidos políticos actuales tienen como único objetivo alcanzar el poder y perpetuarse en él, y laminar todos los controles y garantías que les alejen de un poder absoluto.

Incluso aunque parezca que pelean entre ellos, pelean inter pares para repartirse ese poder mal entendido.

Por eso llevo tiempo sin ir a votar y agarrado a la esperanza de una crisis profunda en el liderazgo de los partidos políticos que nos haga ver que hay que volver a los controles y las garantías de una verdadera división de poderes, al respeto a la ciudadanía, a los derechos fundamentales y libertades públicas, a los procedimientos legales, a la honestidad, la integridad y el espíritu de servicio público, siempre en la búsqueda del bien común.